El cuartel

Llorando, me dirijo al cuartel militar, donde creo que alguien me podrá ayudar. Tengo miedo, pero avanzo. El camino no es largo, y mientras, aunque estoy aturdida, intento pensar en respuestas para mis preguntas: ¿Cuántos coches había? ¿Quién pudo hacerlo?¿Por qué ?

Tengo frío, estoy angustiada, pero ya llegó. Oigo ruidos, y corro. Veo la salida a esta explanada. Veo coches en la carretera, un camión sin medida avanza a la autopista. Saco fuerzas, y me da igual como me vean, puedo dar gracias de que no se me hayan roto las bragas, que yaxseria el colmo, pero vamos, creo que encontrarte a tu novio muerto tras un polvo no es lo normal y no creo que juzguen por como me presente... Llamo a un timbre. Espero. Me congelo. Son las 00h El incidente debe haber pasado a las 23h. No responden. 

- ¡Socorro! !Ayuda!

Me asusto más. Doy la vuelta, y veo una puerta pequeña. Llamo. Sí. Ahora...

- Ayuda, socorro...¡Ayuda!¡Han asesinado a mí novio!

- ¿ Qué ha pasado?- aparece un militar joven, de veinte años, corriendo. Me abre, me deja entrar. Me lleva a una estancia que parece un hospital, donde hay un doctor, enfermera y algunos militares más.

Les cuento llorando, lo ocurrido, mientras me ponen una manta y un vaso de agua.

- Estábamos mi novio y yo allí... Cómo todos... Y fui a hacer pis... Y me lo he encontrado muerto... Atado, rajado, lo han matado...- lloro desconsoladamente.- Ha muerto... No sé quién... No hay coches... Hubo....creo que dos...uno blanco, el otro... no sé si verde o algún otro color, gris...no está mi bolso, ni chaqueta, su móvil está sin batería...Lo han matado...

- Ok. Vamos a investigar. Una unidad ya está dirigiéndose al bosque. Tenemos cámaras por todo, y puede que se vea a las salidas. También pensamos que puede que hayan cambiado matrículas, miraremos... Usted, aquí, le haremos un reconocimiento igualmente. Llamaremos a sus padres, ahora nos da datos cuando puedan, para que vengan a buscarla.

- Yo sólo salí a orinar y cuando volví... Le toqué... Lo digo por si hay huellas...pero no puede ser verdad... 

Y me derrumbo, y caigo en un mar de lágrimas del que no sé si podré recuperarme.