Lidia
Estoy sola, de nuevo, con la Policía. Una ambulancia se ha llevado los tres cuerpos, intentando reanimar los tres, aunque pienso que dos no regresarán con vida. Estoy asustada. ¿Debe andar Lidia por la casa, escondida? Hay gente por todo, abriendo todas las puertas, armarios, parecen destrozar la casa , pero es la única solución. Otros policías andan por la zona, buscándola, y se ha alertado a los oficiales no sólo de la ciudad, sino de todas la isla, para buscar a Lidia.
Han ido hasta su casa, y han hallado dos ordenadores, otro teléfono móvil, además de varias pastillas, una colección de cuchillos, y algunos cuadernos que van a revisar. Pero ni rastro de ella.
Pienso que debería tener un escondite, un lugar, un sitio donde resguardarse. Nunca dijo nada, pero sospecho que su pareja podrían saber algo, sólo que también han hallado su cadáver... Y seguro que es Lidia quién le ha matado.
Toca volver a lo que un día fue, un infierno, una pesadilla, hasta que todo acabe. Pero admito que parece ser la consecuencia de múltiples engaños, y Mario y yo, las únicas víctimas.
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